ETAPA 10 : VEGA DE VARCARCEL - SAMOS

Sábado, 2 de Agosto de 2008

Nuestro despertar en el albergue de Vega fue una copia de los anteriores, comienza el ajetreo de bolsas, cremalleras, al igual que en el resto de los albergues del camino, pero aquí con un valor añadido, los nervios estaban a flor de piel y es que nos espera el  OCebreiro, algunos incluso no duermen pensando en el duro puerto de la etapa de hoy.


En pocos minutos la habitación se queda libre, nos levantamos al aseo matinal, después colocamos las cosas en las alforjas, bajo a por la ropa que está tendida en la calle y está casi seca pero muy fría, bueno ya la calentaremos en el puerto, minutos después bajamos al cuarto de las bicis, pusimos las alforjas y nos despedimos de Pablo, el perro guardián del albergue y de María la hospitalera.



La primera foto del día fue en la calle principal, los peregrinos caminan por delante y por detrás.



María se detiene y le pregunto que si pasa algo, me dice que no, que se ha parado para poner el parcial a cero.



La mañana está muy fría y desde la primera pedalada esto pica para arriba, yo tengo que ir más despacio pues en frio me cuesta mucho, cuando llego a RUITELAN ni rastro de María.



Pasé junto al albergue, no paré pues este sello ya lo tengo del año pasado.



Calle principal en subida, me llamó la atención que ni en Vega ni en Ruitelan hubiera un bar abierto para dar desayunos a los peregrinos. Quizá sería por que al ser fiesta cerraron muy tarde.



Pasé este pueblo y me dirijo al siguiente, los peregrinos caminan por ambos lados, casi voy a su paso, esto se pone cada vez más duro, entro en LAS HERRERÍAS y al fondo veo a María esperándome en el desvió que nos hizo dudar el año pasado y donde conocimos a EDU.



Nada más llegar me dice vamos y sale a pedalear por esta carreterilla estrecha, a mi izquierda los peregrinos con los que compartí la cuesta anterior.



Paso el rio y sigo por la carreterilla, este tramo es más suave y parece que voy mejor, miro para adelante y ya no veo a María, unos cientos de metros más arriba estaba esperándome.



Qué suerte está el bar casa do Ferreiro abierto. Ya creía que no desayunaríamos hasta OCebreiro.



Entramos a desayunar y estaban los chavales de Murcia que conocimos en Burgos y con los que compartimos muchos km, pedimos unas magdalenas y cafés con leche y nos salimos a desayunar a las mesas de la calle donde tenemos las bicis.



Cuando estábamos terminando llego el grupo de Getafe y detrás Eli y Raúl, nos dicen venga que tenemos que subir todos juntos. Yo les dije, saldremos juntos pero llegaremos desperdigados.



Salimos todos juntos y ocupábamos toda la carretera. Raúl me preguntó ¿es todo el puerto así? y le dije que no, que pronto llegaría la primera rampa y así fue, comenzamos a subir en grupo, pero en pocos minutos se alejan los más ligeros y nos quedamos la mitad.



En la siguiente rampa nos quedamos Eli, Raúl, María y yo, subíamos con todos los desarrollos puestos, pasamos el desvió a La Faba y poco a poco nos fuimos quedando María y yo, en el asfalto se puede ver las flechas indicando el desvió para peregrinos o bicis.



Acabamos de coger la variante para bicis y la rampa no nos pilla de sorpresa pues ya la subimos el año pasado.



Desvió a la derecha para La Laguna, la rampa es durilla.



El paisaje es espectacular, María subiendo sin prisas pues la cuesta no se acaba aquí.



Poco después le di el bastón y le subí su bici un buen tramo, María con su lesión de la rodilla no puede andar sin el bastón y mucho menos empujando. Al fondo dos bicigrinos empujando.



Paisaje de las montañas leonesas, en su cima comienza Galicia.



Aquí podemos ver los dos bicigrinos empujando que casualmente eran de Zamora, al fondo estoy yo subiendo.



Rossi subiendo el OCebreiro.



Después de hablar un rato con los dos bicigrinos de mi tierra seguimos subiendo.
Llegamos al lugar donde paramos a descansar el año pasado y nos llamó la atención como han crecido los dos árboles.



Desde aquí se suaviza un poco y nos permite pedalear. En esta foto se pueden ver las antenas.



Llegamos a LA LAGUNA DE CASTILLA, menos cansados que el año pasado.



A la entrada del pueblo unos niños juegan, quizá sean estos los únicos niños de este pequeño pueblo o tal vez estén de vacaciones con los abuelos, me recuerdan un poco a mi niñez.



Pasamos el pueblo y los de Zamora se quedan a descansar en el bar, nosotros seguimos, en esta foto casi se puede ver el final del puerto.



Vamos a ratos montados y a ratos empujando, los peregrinos tan pronto están delante como detrás, todo depende de cómo sea la cuesta.


Aquí se puede ver una de las rampas durillas del puerto.



Subí sin parar hasta el cruce y deje la bici allí, baje a subir la de María, tenemos que cuidar su rodilla como sea.



Cuando llego a su altura no me quiere dejar que le suba su bici, después de una breve discusión acepta porque el dolor de rodilla le esta yendo a mas. Le doy el bastón y le digo sube tranquila que no tenemos prisa, el camino de Santiago no es una carrera.



Aquí están las dos bicis en el cruce, fijaros en la cuesta que hay para subir a las antenas, menos mal que por ahí no hay que ir.



Desde aquí el paisaje es espectacular, algo indescriptible, por fin este año lo puedo ver sin niebla.



Cuando María llegó nos montamos en las bicis y a pedalear, este puerto está superado.



Saco la última foto desde la cima, el paisaje desde este punto no se describe con palabras. Ni tampoco la foto hace justicia.



Carreterilla de entrada al pueblo.



Qué alegría al fondo está este pueblo al que cuesta tanto llegar y por el que tanto nos gusta pasar.



Estamos en O CEBREIRO.


Al fondo a la izquierda el grupo al completo esperándonos. Y unos señores que tocan un cuerno cada vez que entra un peregrino, tocó a nuestra entrada.



Monumento de la peregrinación europea. Las típicas fotos y fuimos donde estaba el grupo, nos dicen que si salimos a pedalear, le contesto que nosotros nos quedamos a comer algo y ver el pueblo, porque el año pasado con el frio y la densa niebla no lo vimos bien, quedamos en el albergue de Samos.



Le saqué una foto a la misma papelera del año pasado.



Qué diferencia ver el pueblo así.



Calle principal de OCebreiro. A la izquierda están los lombardos que acaban de llegar.



Nos fuimos a la iglesia a sellar y a ver el Santo Grial.



La placa en memoria de los monjes benedictinos.



Las casas hoy en día son tiendas de souvenirs y puedes encontrar de todo.



Nuestras bicis en OCebreiro junto a una tienda típica de este pueblo.



Nos fuimos a comer al bar gallego del año pasado.



En la mesa de al lado una japonesa se acababa de comer una ración de pulpo, nos hizo esta foto antes de marcharse para el albergue.



Camino del albergue.



Monolito en el camino del albergue.


Peregrinos en la puerta esperando que abrieran.



Papelera típica del pueblo.



Dejamos atrás este pueblo emblemático del camino.



Adiós OCebreiro hasta el año que viene.



Unos km más adelante pasamos el pueblo de LIÑARES.



Comenzamos a subir y llegamos al Alto de San Roque.



Este monumento al peregrino muy representativo del alto San Roque.



Desde el alto San Roque bajamos un poco y pronto llegamos al siguiente pueblo HOSPITAL.



Salimos del pueblo como entramos subiendo, el calor comienza a notarse, por esta carretera y sin tráfico nos acercamos al siguiente alto.


A nuestra derecha el camino que va en paralelo.



Pasamos Padornelo aquí lo vemos desde arriba.



Yo que con el calor voy mejor llego al Alto do Poio y espero a María.



Aquí vemos el camino unos metros más abajo, con un peregrino subiendo.



Miro para la carretera y María viene empujando su bici, este último tramo se hace un poco duro, espero que la rodilla no se le hinche más de lo habitual.



Paramos a tomar unas coca-colas y después seguimos nuestro camino, aquí vemos a María bajando, el camino está pegado a la carretera.



¡Qué gozada de bajada, cómo corre la bici! entramos en el término de Triacastela.



Aquí se puede ver carretera y camino, si esta carretera tuviera tráfico el camino sería lo mejor, pero desde que salimos de OCebreiro solo hemos visto un coche.



Estas carreteras después de hacer la autovía se han quedado un poco abandonadas.



Bajando hacia Triacastela.



María en la bajada.



Después de adelantarla me detuve para sacar esta foto.



Bajada de Triacastela.



María a 2 km del pueblo



Las primeras casas del pueblo.



Lo bueno dura poco y ya estamos entrando en TRIACASTELA.



Recuerdo este pueblo del año pasado tuvimos que ir al Centro de Salud a ponerme la inyección.



Como ya tenemos todos los sellos decidimos continuar y poco después dejábamos este pueblo atrás.



En este tramo adelantaríamos a varios bicigrinos italianos, poco después pasamos San Cristobo do Real.



El siguiente pueblo seria RENCHE, aquí se acumulaban los peregrinos en la fuente.



María al fondo detrás dos peregrinos.



Desde el viaducto de San Martiño comenzamos a subir hasta San Martiño do Real.



Desde San Martiño solo hay que dejar la bici bajar.



De este modo llegábamos a SAMOS.



Después de esta curva veremos el Monasterio de Samos



Aquí está el Monasterio.



El albergue está cerrado y hay cola para entrar, nos ponemos a la cola, esperando que abran, nos quedan 10 minutos pues abren a las 15:00.


Llegó la hora y abren, vamos pasando y nos cogemos dos camas de abajo juntas, Manolo el hospitalero nos dice en voz alta los de las bicis que las quieran guardar en el garaje que salgan, por lo que me fui a llevar las bicis, les puse un candado y de vuelta para el albergue, ducha y a lavar la ropa.


Le pregunto a Manolo donde tendemos y nos lleva a la calle y nos dice allí enfrente ponéis unas cuerdas y tendéis la ropa.


A mi regreso al albergue llega el grupo y me dicen que si me voy a bañar al rio, nos fuimos NINO, DIEGO y yo, María nos acompañó, pasamos el parque y por unas escaleras accedimos al rio estuvimos un rato con las piernas dentro pues esto es muy bueno después nos bañamos lo justo porque el agua estaba fría.


Manolo el hospitalero está enseñando una ermita que está pegada al rio y nos unimos al grupo de peregrinos, entramos dentro según él fue construida hace 1000 años y nos hablo del ciprés milenario que está en la puerta.



Manolo nos convence para ver el interior del monasterio, la hora sería a las 6 de la tarde.



Nos va enseñando todo y sin parar de hablar aquí podéis ver el patio interior.



Fuente en el centro del patio.



NINO, MARÍA, DIEGO y el resto de peregrinos atentos a las explicaciones de Manolo.



Las bóvedas se asemejan a las de San Martin de Frómita.



Curiosa fuente decorada con ángeles.



Interior de la iglesia con ángeles blancos en el altar.



La impresionante cúpula con ventanas de ojo de buey verticales, y en los triángulos de alrededor una decoración en relieve muy bonita.



Todas las paredes de los anchos pasillos de la primera planta están decorados con pinturas hechas por los monjes.



Salimos del monasterio y nos fuimos al súper a comprar unos aquarios, después estuvimos viendo las truchas en el puente del rio.



Dimos un paseo por la parte de atrás del monasterio y está todo muy bien cuidado.



El rio es alucinante, pasa pegado a la pared del monasterio, cuentan que los monjes pescaban las truchas desde los balcones.



Las barandillas protectoras del puente están hechas en forma de conchas o vieiras peregrinas.



Desde aquí nos fuimos al albergue a descansar un poco. Aquí vemos a Manolo el hospitalero.



Interior del albergue con sus pinturas decorando techos y paredes.



María descansando y echando un vistazo a la etapa de mañana.



Interior del albergue de Samos.



Estuve hablando con el monje del monasterio después de un rato me despedí.



Cruce la calle para ver si la ropa estaba seca pues ya no le daba el sol y hay que estar al cuidado por si se baja la niebla.



Llegó la hora de la cena y nos fuimos al hostal de enfrente, tenían codillo pero por desgracia se les había terminado, cenamos muy bien y bien atendidos, en el hostal solo éramos peregrinos.



Cuando salimos llegaba el grupo de Getafe, Eli y Raúl y alguno de ellos echaba pestes de que no cenó bien, bueno creo que nosotros acertamos cenando es este hostal, por suerte claro.


Nos quedamos enfrente del albergue contando chistes y al rato salió el hospitalero y nos dijo, os dejo 10 minutos y cuando entréis al albergue hacerlo en silencio. Y así lo hicimos, llené de ropa la funda de la almohada y a dormir.


1 comentario:

Diego Torres dijo...

Rossi y Maria
Este blog esta genial ....las fotos una pasada......para cuando la siguiente etapa.
Seguir asi pareja.
Un saludo
Diego Torres