ETAPA 9 : RABANAL DEL CAMINO - VEGA DE VARCARCEL

Viernes, 1 de Agosto de 2008


Suena un móvil y se enciende una linternilla azul, no sabía si lo estaba soñando porque después de la nochecita que llevo, pero no, no era un sueño, era ELI en vivo y en directo.



Sin levantarme de la cama miro a la ventana y es de noche, me tapo la cabeza un poco más, comienza el trajín de bolsas, ruidos de cremalleras, etc...


Poco después comienza a amanecer, esta vez fue distinto a los días anteriores, me levanto muy cansado y bastante mareado, creo que no he dormido más de una hora.



Aseo matinal y lo siguiente que hago es ir a ver como están las bicis, están en el porche donde guardan la leña, parece que están todas bien.



La mañana está muy fría pues ha estado lloviendo casi toda la noche y está todo con mucha humedad, además del notable descenso de las temperaturas.



Nos subimos a la cocina a desayunar y estaba muy concurrido, había café, té, pan, mermelada y mantequilla, no costaba nada, yo me tomé un poco de leche manchada, pues no tenía ganas de nada.



Después colocamos las alforjas y cuando estamos listos para salir me doy cuenta que no está el bastón de María, paso al albergue miro en la habitación, después en la cocina y no aparece, pregunto a los hospitaleros y me dicen que a lo mejor lo dejamos en el restaurante en la cena, salgo y María ya se ha marchado para ir subiendo el puerto a su ritmo.


Llego al restaurante y miramos por todos lados pero nada, me voy a la iglesia y tampoco, entro otra vez al albergue y miro debajo de las camas, entonces un peregrino rezagado me dice que si he perdido algo, le cuento que es un bastón con empuñadura plana porque mi mujer lo necesita para caminar, me dice que lo lleva un niño con sus padres que ayer no lo tenía y esta mañana al irse lo llevaba, además me dijo que le pareció extraño ese tipo de bastón , que es más para personas mayores y no para un niño.


Llamé a María al móvil para decirle que lo llevaba un niño que iba con sus padres y que subiera mirando por si los veía, sino los esperaríamos en la Cruz de Ferro.



Sale el peregrino rezagado, me despido de él y también de los hospitaleros, salgo por el camino y lleno la garrafa en la fuente.



Este camino me lleva a la carretera por la que subiré más deprisa.


Comienzo a subir despacio para calentar las piernas, al fondo tres bicigrinos me sirven de referencia, la subida se endurece lo que hace que las piernas se calienten antes, comienzo a subir a buen ritmo y paso a los tres bicigrinos, doy una curva y al fondo 4 bicigrinos más, a estos los cojo muy rápido pues suben con un desarrollo en el que dan muchas pedaladas y avanzan poco, los dejo atrás y ya veo a otros dos, cuando me acerco veo que son Eli y Raúl, les digo que voy rápido, para llegar a la Cruz de Ferro y recuperar el bastón de María.


Los dejo atrás, al frente otros dos bicigrinos, los alcanzo y se trata de los Lombardos que salieron con nosotros de Roncesvalles, los dejo atrás y me suena el móvil, sin parar lo cojo, es María que me dice que ya tiene el bastón, que los vio al cruzar el camino la carretera, menos mal le digo.



Como tengo las piernas calientes sigo subiendo y alcanzo a María llegando a FONCEBADÓN, como veis ya lleva su bastón cogido con pulpos en las alforjas, no sé si lo he dicho pero lo necesita para caminar, lo que le da más valor al esfuerzo que realiza con su maltrecha rodilla.



Paramos a hablar y de paso a beber un poco, María saco unos caramelos y enseguida continuo la marcha.



Yo espere un poco para sacar unas fotos, aquí vemos que los Lombardos subiendo el puerto.



Mortirolo (mi bici) en el mojón de Foncebadón.



La pareja de Jerez en la entrada al pueblo.



Aquí podéis ver la taberna de Gaia de construcción moderna pero conservando el estilo de la zona.



Palloza gallega en Foncebadón.



Salgo a pedalear y adelanto a los Lombardos, después de un rato pedaleando llego a la altura de María, me detengo para hacer unas fotos, al fondo llega un bicigrino subiendo.



Subo unos cientos de metros y me paro para sacar a María que está empujando en esta rampa detrás un reguero de bicigrinos.



Después de esta rampa se suaviza un poco, los que suben empujando se montan y a pedalear, una suave bajada y al fondo ya se ve la Cruz de Ferro.



María acaba de llegar a la Cruz de Ferro, está llena de peregrinos.



Foto de Mortirolo en el gran montón de piedras, al fondo la Cruz de Ferro.



Van pasando los minutos y llegan biciclinos desperdigados pues las rampas anteriores hacen de criba, aquí vemos la llegada de Raúl inconfundible pues no lleva alforjas, se ha ingeniado una caja de plástico tipo frutería o algo así y bien sujeta consigue tener una gran parrilla donde lleva todo el equipaje, la ventaja es que el aire no te frena y además el peso lo lleva centrado.



Los primeros en subir a la Cruz de izquierda a derecha: DIEGO, JAVIER, ELI. ROSSI y RAÚL.



Según llegaban el grupo fue creciendo, también con peregrinos.



Otra foto del grupo y los peregrinos del albergue.



Esta otra foto de izquierda a derecha: Los Lombardos con los que salimos de Roncesvalles, Rossi, María y la graciosa Miss Dinamarca.



Después de colocar las piedras que llevábamos junto a la Cruz nos fuimos bajando del montón de piedras.



Reloj del peregrino.


Interior de la Ermita a escasos metros de la Cruz.



Ermita Santiago Apóstol de la Cruz de Ferro.



Panorámica de la Cruz de Ferro desde la Ermita



Grupo de bicigrinos: Eli, Raúl, Diego, Nino, Javier, etc.… preparándose para salir.



Foto lateral de la Ermita.



Comienzan a caer unas gotitas y hace bastante aire frio, decidimos continuar con los chubasqueros puestos para no tener frio en la bajada. María en la Cruz de Ferro.



En bajada y sin esfuerzo llegamos a MANJARIN.



El grupo esperando en Manjarin.



Otro lugar carismático del camino, el hospitalero se llama TOMAS, los días de niebla toca una campana para orientar a los peregrinos, además de ser un tío muy majo, acoge a todos en su humilde albergue, esta es la única casa que está en pie en este pueblo.



Interior del albergue, Tomas tiene de todo un poco, esta nevera de camping que hay en el banco está llena de aquarios y refrescos, lo sé del año pasado que fue de donde nos los dio. El albergue es casi un pequeño museo.



Dejamos atrás Manjarin y después de subir la cuesta dura de las antenas comenzamos a bajar, el aire es fuertísimo de cara lo que impide coger mucha velocidad, pues las rampas de bajada son muy peligrosas, fijaros en el cartel.



Llegue el primero AL ACEBO con el fin de sacar fotos a todos según van llegando.



Aquí vemos a Diego detrás Raúl.



La llegada de Eli.



María y Javier.



Todos llegan con cara de frio, en esta foto vemos la llegada de MARÍA, al fondo entran mas en el pueblo.



Nos paramos a esperar a todos y aproveche para subirme a una de las casas por las escaleras exteriores y sacar esta foto.



Calle principal del Acebo.



Eli con el arado en su bici, hay que tener fuerza para arar las tierras con bici, esto es lo último, solo apto para catalanes de raza.



Salimos calle abajo y llegamos al Ayuntamiento.



Después continuamos, aquí podéis ver el bar en el lado izquierdo, este muy transitado por los peregrinos, al final del pueblo está el monumento al bicigrino que falleció en esta peligrosa bajada.



Pasamos RIEGO DE AMBROS, aquí cambia el asfalto y la carretera se hace más ancha por lo que se circula mejor, me adelanto para sacar fotos y me coloco en uno de los miradores para cogerles a todos.



Como podéis ver desde este punto la vista es increíble, lástima que la cámara no tuviera más alcance, el primero en bajar fue Raúl, ahí está bajando deprisa.


María en la parte de arriba.



Eli, detrás Diego y María aproximándose a la curva.



Otros dos compañeros se aproximan al lugar donde yo estoy.



María en el tramo más rápido de curvas.



Entre el paso de unos a otros vi a este ciervo que al paso de las bicis se quedaba mirando.



Bueno estos son los últimos en pasar.
Me despido del ciervo y me pongo a pedalear, bueno la verdad es que cuando cogí velocidad de pedaleo nada de nada.



El grupo me estaba esperando en el puente de MOLINASECA donde paramos a comer unas barritas energéticas y unos frutos secos, desde el puente se pueden ver las piscinas naturales, el año pasado por ser tarde y este por ser pronto ninguno de los dos nos dio la oportunidad de bañarnos.



Después de esta parada decidimos continuar, aquí estoy comenzando a pasar el puente.



El puente en su tramo final se convierte en una bajada pronunciada donde el bicigrino desaparece. Me detengo para avisar del peligro.



A esto me refería, el puente se estrecha en curva y el mojón central puede provocar una caída si se baja deprisa y en grupo. En el mismo mojón está pintada la flecha y comienza esta calle tan bonita por el centro del pueblo.



A mitad de la calle me paro a hacer esta foto donde hay dos peregrinas que caminan mirándolo todo.



Miro atrás, María y los demás en la parte estrecha de la calle. Tienen que poner pie a tierra por el paso de las personas.



Abuela barriendo en una calle de Molinaseca.



Que sorpresa me paro para hacer otra foto a la calle de Molinaseca y entre el grupo llegan la pareja de holandeses del tándem que vimos en Cirauqui.



Me sacaron esta foto en el cruceiro que está a la salida.


Me llamó la atención esta estatua del peregrino dentro de la fuente.



Llegamos a Ponferrada y paramos para reagruparnos, me dicen que tire yo delante que conozco el camino.



Los llevo por donde fuimos el año pasado y llegamos al Castillo templario, miro para atrás y parece un pelotón ciclista.



María y yo con mi barba de 10 días.



Los Lombardos subiendo la rampa que da acceso al Castillo.



Aquí me tenéis en lo alto del muro de la puerta del Castillo.



Abriendo las puertas del Castillo.




Rossi enfadado.



Iglesia frente al Castillo.



Eli y Raúl subiendo la rampa del Castillo.



La pareja de los holandeses con su tándem bien cargado.



María a punto de partir.



Le decimos adiós a Eli y Raúl, a los murcianos de Burgos y a la pareja del tándem, ellos quieren conocer la parte antigua y nosotros les indicamos como ir pero no fuimos porque el año pasado estuvimos viendo todo.



Foto del Castillo desde otro ángulo. A la derecha los compañeros de viaje.



María me espera junto a la cruz templaria de flores.



Cruz templaria de flores.



Murallas del Castillo visto desde el puente del rio.



María mirando los barbos desde lo alto del puente.



Curiosa fuente en una plaza de Ponferrada.
Dejamos atrás esta bonita ciudad, nuestra siguiente parada seria CAMPONARAYA, lo hicimos para comprar unos sellos y unas postales.


En un buzón en el pueblo echamos un montón, las que compré en Saint Jean, Roncesvalles, Pamplona etc.…



Llegamos al parque y cogemos agua en la fuente, desde aquí hasta las afueras del siguiente pueblo no hay otra fuente.



Comienza a notarse el calor, en esta subida nos caían los chorretes.



Pasamos el puente para librar las autovías.



El camino aquí es muy bonito, los peregrinos van por delante y por detrás, unos carteles de madera sustituyen las clásicas flechas.



El camino nos recuerda a los de Logroño por los viñedos a ambos lados.



Fijaros en los indicadores del camino, este con los km que faltan.



Los carteles del camino. Me recuerdan a los del camino mozárabe.



Al dar una curva nos encontramos este banco para el descanso del peregrino, espero que dure muchos años y no caiga en manos de algún desalmado.



El último cartel antes de cruzar la carretera.



Este es la otra área de descanso con su fuente, a la derecha María a punto de iniciar la bajada al pueblo.



La carretera es el camino, aquí vemos peregrinos a los dos lados.



María bajando para coger la calle principal.



Calle principal de CACABELOS en su parte nueva.



Pasamos la ermita de San Roque, este año por el horario estaba cerrada.



Fijaros en los carteles de las calles en madera labrada.



Entramos en un bar a sellar y nos pusieron el sello, un señor que se tomaba una cerveza nos dijo: “acercaros al puesto del mercado y os ponéis el sello que está encima del mostrador” y así lo hicimos. Aquí estoy sellando la credencial, el puesto tenía de todo: bordones, sombreros, vieiras, todo relacionado con el peregrino.



Continuamos por la calle en dirección a la Iglesia.



Al final de esta calle está el puente, aquí paramos a ver las truchas, al rato llegaron NINO, DIEGO, JAVIER etc.… y nos preguntaron: ¿qué hacéis?, viendo las truchas le digo, y me dicen que al otro lado es mejor, le digo que no que aquí se ven mejor, cuando me doy cuenta, ya sé porque lo decían, había una chica en biquini tomando el sol, ¡que piratas!



Salimos a pedalear y me detengo a hacer esta foto al antiguo molino.



Aquí vemos a María al lado del Santuario de las Angustias que también es albergue, ella siguió pedaleando.



Yo pasé al albergue para sellar y estuve viendo las instalaciones, las habitaciones son de dos camas, parecido al albergue de Grañón.



Después de esto comencé a pedalear y alcance a María en la subida a PIEROS, ahí la veis arriba.



De camino al siguiente pueblo fuimos hablando y le conté lo bien que estaba el albergue que acababa de ver, así llegamos a VILLAFRANCA DEL BIERZO, el Castillo esta a la izquierda.



María en la puerta de este peculiar castillo, casi enfrente el albergue y detrás la Iglesia de Santiago, donde se encuentra la portada del Perdón, antiguamente los que llegaban hasta aquí enfermos se les perdonaban los pecados, de esta forma no llegaban a Santiago.



María hablando con unos peregrinos.



Bajamos por la variante para bicis, por el otro lado hay escalones, entramos en la plaza y nos fuimos a comer, nos llamaron los del grupo de Getafe y nos sentamos en una mesa al lado, estábamos pidiendo y llegaron Eli y Raúl, se sentaron con nosotros a comer y lo típico hablamos de la etapa y me preguntaban ¿cómo era lo que quedaba?, la comida fue de lo más normal y nos costó 40 euros para los 4, nos contaron que habían apartado albergue en Ambasmestas, le dije que nosotros en el albergue de Vega de Valcárcel, pues el año pasado nos gusto este pueblo.



Nos despedimos, comenzamos a pedalear y pasamos este peregrino de piedra que está a la salida.


Aquí podéis ver la iglesia al fondo y el viaducto por el que acabamos de pasar.



María en el puente, al otro lado una barriada de Villafranca del Bierzo.



Dejamos atrás este pueblo y enseguida cogimos el andadero. Aquí vemos las nuevas autovías que han dejado la carretera para uso de pueblo a pueblo.



Tenemos suerte y nos da la sombra parte del camino, lo cual se agradece.



Nuestra siguiente parada seria LA PORTELA donde está este peregrino y el indicador de km equivocado.



Aquí estamos María y yo, detrás el peregrino de piedra, delante la peregrina de carne y hueso con mi cámara.



Pasamos por la calle principal y a nuestra izquierda una abuela vende cosas a los peregrinos.



La abuela de LA PORTELA.



Dejamos este pueblo y por la carretera sin tráfico, llegamos al siguiente AMBASMESTAS, nada más entrar los carteles indicando el albergue.



María entrando en el pueblo.



Calle principal del pueblo como veis no hay nadie hace mucho calor, pero ya nos queda poco para descansar.



Salimos del pueblo y cada vez cuesta más pedalear, se nota que nos acercamos al comienzo del puerto.



Por fin vemos las primeras casas del pueblo, como veis el viaducto a sepultado al pueblo.



Antes de llegar esta este albergue brasileño bastante grande donde sellamos el año pasado, este no paramos.



Según nos íbamos acercando vemos que están en fiestas pues aparte de las banderitas suena la música.


Estamos en VEGA DE VALCÁRCEL, nada más llegar al albergue María la hospitalera nos atiende, le pagamos y en la puerta un perro pequeño gruñe y tira tarascadas a los peregrinos, un peregrino de al lado me dice ten cuidado que muerde, me siento en las escaleras y se acerca con malas pulgas, le amago y se me tira, entonces le miro fijamente para que se dé cuenta que no le tengo miedo, después le pongo la mano y me la coge con la boca gruñendo, le cojo de la mandíbula de abajo y le zarandeo, después hacerle unas cuantas perrerías no se separa de mí, me dice el cántabro joder si no lo veo no lo creo, si no nos podemos ni acercar.



Lo cojo en brazos para sacarle una foto y después me lo lleve a la cama estuvo un rato con nosotros hasta que subió la hospitalera, no se lo podía creer, me dijo que le llamaban Pablo y que no era muy amigable, no se dejaba tocar por nadie, nos dijo que bajáramos a la fiesta del pueblo y le dije que sí.



María tenía un poco hinchada la rodilla y estaba muy cansada, se tumbo en la cama un rato.



Aproveche para ir al súper a comprar unas coca-colas y algo de cenar.
De vuelta al albergue nos duchamos, lavamos la ropa y más tarde nos fuimos a ver el pueblo.



Llegamos al rio y estuvimos viendo la piscina natural, desde el puente vemos las truchas, al fondo unos chicos se bañan.



En la plaza tienen montado puestos y en un remolque ensaya un grupo de músicos, nos fuimos a ver el Hombre árbol, aquí estoy con él.
En la palloza colgada tenían un puesto de bisutería y nos invitó a subir la hospitalera



María dentro de la palloza.



Salimos por la pequeña puerta por la que entramos y le dije a María que me hiciera una foto para el recuerdo.



Aquí estoy fuera de la palloza.



Nos llamó la atención esta casa tipo canadiense que destacaba entre las demás del pueblo.
Regresamos al albergue para cenar y bajar un rato a la fiesta, esperamos el turno para cenar pues la mesa estaba ocupada y después de cenar nos quedamos un poco al fresco, le eché un vistazo a la ropa y estaba mojada, a este paso no se seca, pensé yo, después estuvimos hablando con los peregrinos y posteriormente nos fuimos a dormir, por lo que la fiesta la hicimos cada uno en su litera, en fin el cansancio pudo con nosotros.

1 comentario:

Nieves Mir dijo...

que bonita etapa!!! jajajajaja.. aqui estoy al rescate del caballero... jeje... cuando tenga más tiempo, leeré todo el blog!!

BESOSSSSSS!!! Y ABRAZOSSSSSSSSSSSSS!!!!!